miércoles, 25 de julio de 2012


Es osado el hombre mas no por su gloria
porque la gloria humana al final se la lleva la muerte
y de los gusanos que se alimentan de ella
son a la vez, el alimento voraz para otros hambrientos
que sin saber como saciar su apetito
serán juntos a esas glorias 
polvo al polvo cieno al cieno.

Pero es osado el hombre cuanto diga “soy cristiano”
porque los intelectuales, los que son sus propios soberanos
no pueden concebir que exista creyentes
que basan su fe en lo que no pueden ver
pero estos osados, lo son más aún
en cuanto confirman que así es
porque lo que ellos ven lo ven con ojos espirituales.

Llenos de gloria sienten vencer al mundo
porque esa gloria no viene de ellos
sino del que murió por ellos
y resucitó con ellos.   
Esto los convierte en mas osados he ignorantes
son objetos de burla he incluso de agresiones
porque ellos siguen una moral que viene de Dios
porque su Dios por amor los confronta día a Día
no es un dios de conveniencia como buscan los hombres
es un Dios que disciplina por amor
a estos osados adoradores de su soberanía.

El Universo está en conflicto entre el bien y el mal
desde el momento en que la soberbia
oscureció los corazones y se perdieron de su principio
porque en el principio eran con Dios.

Una semilla necesita del abrigo de la tierra
para dar su brote, así como del agua y los nutrientes de éstos dos.
Del brote nacerá las raíces y el tallo, 
las raíces se aferrarán a la tierra y el tallo dará las hojas verdes y los frutos
el orden de su crecimiento y de sus partes están en armonía
y esa armonía hace que la planta sea en su esencia quien es.

Las raíces son lo que deben ser, raíces
porque ellas absorberán los nutrientes de la tierra y el agua.
El tallo es quien debe ser, tallo
para erguirse fuerte y sostener las hojas y los frutos.
Las hojas ocupan su lugar para recibir la luz
y producir la fotosíntesis, alimento de toda la planta.

Así como esta planta es el reino de Dios
donde cada uno de sus hijos ocupan el lugar perfecto.
Y lo que el sol es para la planta
 fuente vital esencial para existir y tener vida
Así es Dios para nosotros, un padre que nos invita
a volver a ser parte de la planta, su reino
confiados en que ocuparemos el lugar indicado
no solo para entrar en armonía con él
sino par que al volver tengamos vida
porque una semilla sin agua y tierra muere.
Un tallo sin raíces ha de secarse y morir.
Las hojas y frutos apartados de la planta
por si solas no pueden vivir y mueren
y toda la planta sin la soberanía de su rey
no existe.
Dios nos está llamando
es hora de abrir el corazón
Y rendirlo a sus pies para recibir la vida eterna
que es su eterno amor. 

Diego Emilio Corzo.




2 comentarios:

Anna Genovés dijo...

Diego,

Un hermoso poema lleno de espiritualidad y misticismo, que denota el amor incondicional de Dios por todos nosotros.

Es bello encontrar corazones jóvenes tan puros. Gracias por tus letras amigo, bss

Ann@


PD. Cuando puedas lee "El tatuador" te gustará. thanks

Unknown dijo...

Hermoso poema, amigo,
Mar