lunes, 2 de julio de 2012




Hogar

 

Se ha secado lo que fue un verde jardín
y en el suelo árido y polvoriento
yacen las hojas, los pétalos, los tallos
como cadáveres de un viejo sueño.

Yo no lamento mi presente
aunque enjugo mis lágrimas
por la decepción ajena
que me exige ser lo que no seré.

No soy cautivo del anhelo por el bienestar
no corro tras las ofertas de éste mundo
no quiero impresionar ninguna Elite
no quiero cautivar tus sentidos
no quiero una vida según la economía.

Soy peregrino, libre de ataduras de éste mundo
buscando entre tanto bullicio
la palabra que me alimenta
la palabra que trae consuelo
manantial para todo el que anda sediento.

La fe puesta en las cosas de éste planeta
es carrera al abismo
es carrera al punto de partida
es el circulo inacabable de alcanzar sueños tras sueños
que no nos traen la paz.

La Fe verdadera viene de lo alto
porque Dios existe aunque lo negamos
aunque lo sospechamos
pero preferimos seguir nuestras convicciones.

Existe la voluntad de Dios
no como una idea impuesta
como se ha vivido siglos en que culturas eran desaparecidas
y esclavizadas con el pretexto de una hipócrita conversión
a doctrinas humanas ajenas a la voluntad celestial.

La perfecta voluntad de Dios
no condena sino que libera
no acusa mas bien educa
no presiona mas bien convence 
no controla tu vida
la libera de las banalidades
que te atan a un capricho
en que te vuelves su prisionero.
No presiona pero está presente
para cuando te des cuenta
que no existe otro camino.

Porque el verdadero camino es el amor
y el amor no es una idea humana
no es un capricho de la naturaleza del hombre
EL amor es Dios, aquel que sostiene el universo
en su matemática perfecta
aquel que sostienen tu aliento
y el acompasado ritmo de vals de tu corazón.

Por amor creo el infinito que desconocemos
pero lo puso allí para nosotros
nos creo a nosotros para ser partícipes de su gloria
y es por Amor que te llama
para que lo busques
a los pies de su unigénito Jesús
el cual por voluntad propia obedeció el plan del Padre
para que todos regresemos
a casa.
               Diego Emilio Corzo 

1 comentario:

Anna Genovés dijo...

Amigo,

Hermoso poema en armonía ocn el amor y Dios... Artífice de las maravillas que vemos y de nuestras vidas.

Sin él nada existiría... Y con él todo es pleno.

Un beso,

Ann@ Genovés